El óxido de estaño se puede utilizar como polvo de pulido, a veces también en mezcla con óxido de plomo, para pulir vidrio, joyas, mármol y plata. El óxido de estaño para este uso a veces se denomina "masilla en polvo" o "masilla de joyería".
Mézclelo con agua para crear una mezcla de masilla fangosa y úsela con sus abrasivos (papel de lija) o como acabado final con un pulidor o un paño.
El óxido de estaño es reconocido como la mejor aleación en polvo disponible para pulir granito y mármol. El óxido de estaño se puede mezclar con agua o aceite fino para formar una pasta que impartirá un alto brillo. En una reacción química similar a la del vidrio, el óxido de estaño restaura el brillo de una superficie de piedra (especialmente un piso de mármol) que se ha vuelto opaca con el tiempo. La técnica de pulido es relativamente sencilla: aplique óxido de estaño a la superficie con un paño húmedo y frote y pula continuamente la superficie hasta lograr el brillo deseado.
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